HOTEL HE PERIA

Por Carlos Ferrera

Salgo a dar una vuelta con mi amigo Ferrán Mayol; dos ingenierías, cuatro idiomas, una pila de másters en cosas inservibles, desempleado como un cabrón desde hace tres años y hasta el pelo de este país. Y los que estamos así, ¿qué hacemos? Pues fumamos para olvidar.

Así que salimos al Paralelo a que nos dé el aire después de varias pipas de la paz, y pasamos por delante del Hotel Hesperia. Y el anuncio lumínico del Hesperia tiene fundida la letra S.

Ferrán se queda inmóvil con la vista clavada en el cartel, como abducido por los marcianos. Y me dice. "Tío, que le falta la S al cartel". Y digo yo, "Pues sí, pero no podremos hacer mucho al respecto." Él se queda un rato callado, y después dice muy serio: "Quiero saber por qué le falta la S a ese cartel".

Empiezo a pensar en las desventajas de fumarse un porro con alguien como Ferrán, que es de ideas fijas cuando no está colocado, pero que fumado ya es como Giselle cuando se vuelve loca.

Y mientras lo pienso, Ferrán ya está cruzando la calle y entrando a la recepción del Hesperia. No me puedo creer que le vaya a preguntar eso al recepcionista. Además lleva un ciego como un piojo que se le nota desde el espacio; conociéndolo como lo conozco, esto termina en recepcionista llamando a policía.

Y cuando estoy cruzando para sacarlo de allí, sale con una sonrisa de oreja a oreja pintada en la cara y me dice, feliz: "¡Ya sé por qué falta la S!". Y le digo: "No te jode, yo también, ¡está fundida!". Y me dice, "Sí pero, ¿sabes por qué está fundida'". Yo hago un esfuerzo por no perder el norte, porque también tengo unos cuantos porros en mi haber y soy fácil de arrastrar a su mundo imaginario.

Entonces Ferrán, que es muy excesivo para todo, me agarra por los hombros, me sacude, me mira a los ojos y me dice: "El electricista del hotel está ingresado con un infarto. Mañana iban a buscar a otro".

Lo miro tan sonriente, y caigo en la cuenta de que esto es un pedazo de post, así que le saco una foto al dichoso cartel, aunque esta noche sin luna no acompaña. Dos, para que no haya duda.

Mi amigo Ferrán es ingeniero eléctrico, y un eficiente electricista en las distancias cortas. Mañana tiene una entrevista de trabajo en el Hotel Hesperia, para encenderle la S.

Marihuana mágica.