- Concha, muérete; Lola no me deja entrar al hospital. (…) Como lo estás oyendo. No le ha bastado con despertar a mamá del coma; ahora la está manipulando en contra mía. La voy a denunciar. (...) ¿Cómo que por qué, Concha? ¡Por poner en peligro la vida de una anciana enferma sacándola despiadadamente de un coma, que la pobrecita tenía más que asumido! (...) ¡No Concha, no se puede obligar a vivir despierta a una persona que ha decidido afrontar la muerte dormida! (…) Además, mamá estaba viviendo una experiencia preciosa en coma. Era como como su Nirvana, su descanso, un retiro espiritual. Mira, me acuerdo y me dan unas ganas de llorar del carajo. Con la tragedia que hemos vivido en esta casa... (...) Tú sabes bien que las fiestas de Nochebuena aquí son fabulosas porque mi niño me lo compra todo..., (...) ¡O el marido de mi niño, qué más da, Concha! El caso es que a mi casa viene todo el mundo el 24 porque la gente come, se emborracha y se descojona de la risa. Menos mami, que tiene mucho carácter y no soporta a los Van Van, ni el baño lleno de gente, y por eso se iba siempre a la casa de mi hermana Lola, que la sienta a ver la televisión, porque tu sabes que Lola es el aburrimiento mismo (...) Pero el año pasado por fin logré que mamá viniera por primera vez a comer el 24, y vino sola en un almendrón desde Baracoa. (…) No no, el viaje se lo pagó ella...¡si mi madre está forrada hija! Ha ahorrado todo el dinero que le manda mi hermano del norte desde los 90. Pero mami es muy tacaña Concha; no suelta un quilo ni aunque le arranquen las uñas. Así que imagínate qué sorpresa cuando aparece en casa de pronto, en plena fiesta, para decirle a toda la familia que había hecho testamento y que le dejaba todo el dinero que tenía a Miguelito. ¡A mi hijo Miguelito Concha! (…) Yo también me quedé lívida hija. ¿Te imaginas la cara que puso Lola? (...) Porque esperaba que mamá se lo dejara todo a esas dos criaturas salvajes que ha parido ella. Porque las niñas son feas Concha, las cosas como son. Parecen campesinas africanas huyéndole al camión de la vacuna. ¡Qué horribles criaturas!... Y entonces Concha, mi Miguelito se emociona, y como no tiene una gota de maldad, no se le ocurre otra cosa que confesarle a su abuela delante de todo el mundo, “aquello”. (…) ¡Ay Concha, que lenta estás hoy hija! ¡Que es gay, chica! (…) Tú sabes lo que ha sufrido mi Miguelito por eso, Concha. Y la de hiel que he tragado yo viendo como lo avasallaban en el colegio. ¡Que lo han humillado todo lo que han querido y más, Concha! Y es algo que no escogió él, pobre criatura; es todo de origen glandular... (…) No no, lo de mi marido no es glandular... (…) ¡Mira chica lo de mi marido es vicio, Concha, vicio puro. De estar cincuenta años conteniendo las ganas de que alguien le metiera un viaje (...) ¿Y cómo quieres que me lo tome Concha? ¡Que a los veinte años de matrimonio, venga y me diga que acaba de darse cuenta de que necesita que le metan algo! ¿Cómo se asimila eso, Concha? Yo es que debo ser imbécil, porque en realidad, él siempre tuvo más pluma que el niño. Pero no sé por qué yo no me daba cuenta. (...) ¡No Concha, ni me imaginaba la tragedia que se me venía encima! Pues nos dejó solos y se fue. (…) ¿De qué íbamos a vivir, Concha? Yo estoy sin trabajo y el niño tiene una depresión que no se puede centrar en nada (…) Y entonces de repente... la abuela le deja 30 mil dólares. Y el niño va y le suelta tan ricamente que es pájaro. ¡Pero criatura, si has aguantado veinte años en el closet para no escandalizar a la familia! ¿A qué coño viene ahora ese ataque de sinceridad con una anciana católica y alérgica a los maricones? (...) Total, que mamá casi se ahoga del susto al escuchar aquello. De la impresión, se le cayeron los espejuelos de ver de cerca y las aplastó contra el suelo. Estaba muy brava. Decía que en cuanto regresara a Baracoa iba a cambiar el testamento a favor de mis sobrinas, las espantosas… (…) ¡Sí Concha, como lo estás oyendo! ¡Con lo que yo he hecho por mi madre! (…) Bueno, se fue afuera al garaje a que le diera el aire y vagaba por allí chocando con todo, con la mirada perdida y un vaso de tubo en la mano, mientras buscaba desesperadamente una botella de Ronda que es lo que le gusta a ella. Y en el garaje había una botella de Ronda llena de líquido de frenos del carro de John.
(...) Johnsito chica, la pareja yuma del niño... Pues se preparó un trago con eso, Concha, un Cuba Libre con cola y líquido de frenos... (...). Una hora después... la encontramos tirada en el suelo, con los ojos en blanco, diciendo cosas raras. Mi hijo Miguelito chica, que no le quita las etiquetas a las botellas vacías, y mira que se lo tengo dicho... (…) Pues me encontré a mami sentada en el suelo del garaje tomándose el trago a cuncún y hablando con la lengua enredada... (...) ¡Claro se lo quité Concha! Pero empezó a gritarme "hija de puta"...(...). Deliraba, no era ella, si mami me adora muchacha... No sabía lo que decía. (…) Es el líquido de frenos, que sube mucho y te pega unos viajes... (...) Sí, fue un golpe terrible para la familia. Desde entonces en esta casa solo se bebe Coronilla, porque ver una etiqueta de Ronda, y echarme a llorar es lo mismo... (...) Cuando llegó la ambulancia, mami vomitó los camarones de la comida encima de mi vestido y después, la pobre, me miró como si quisiera decirme algo... (…) Me volvió a decir hija de puta, Concha. (...) No era ella, Concha, no, ya no era ella... (…) El médico dijo que duraría lo que la tuviéramos conectada a los aparatos. Yo dije lo que veía más lógico: Que era mejor desconectarla y dejar que Dios la llamara cuando lo estimara oportuno. Pero Lola se negó, y no quiso firmar la autorización, para llevarme la contraria. (...) ¡Claro Concha! Si El Señor ha puesto una fecha para que vayamos a su encuentro, ¿quiénes somos nosotros para interferir, Concha? ¿Quiénes somos, a ver dime?. Pero transigí, porque tú sabes que yo soy muy dialogante y no me gustan los conflictos. Y ahora que mamá estaba disfrutando de un coma tranquilo y estable, viene Lola y me la despierta chica. (…) Yo no he dormido esta noche... me molestaban los rolos... (...) Pues a la Lola le ha faltado tiempo para ponerme como el culo delante de la familia... (...) ¡Si se ha atrevido a decir que el niño y yo habíamos intentado envenenar a mamá para quedarnos con la pasta! ¡Acusarme a mí de semejante barbaridad, Concha! (…) Es ella la que ha removido Roma con Santiago para evitar que mamá disfrutara de su coma y obligarla a cambiar el testamento... (…) El médico dijo que mamá duraría lo que la tuviéramos conectada a los aparatos. Vamos, que si la dejábamos conectada, podía ir enterrándonos a todos uno a uno mientras dormía. Yo no quiero a una madre viva en coma, en estos casos la muerte es un alivio, pero Lola se quiere salir con la suya y revivir a mamá solo para que le deje la plata a esos dos engendros. Y yo haré lo que sea necesario, pero mamá vuelve al coma esta semana por mis ovarios. Te lo juro por lo que tengo hecho en mi cabeza desde los 16 años. Obatalá está conmigo Concha, y no dejará que mi madre sufra. Lola va a pagar muy caro haber sacado a mamá de su coma. Como que me llamo Regla.
(SUITE I disponible aquí)
(...) Johnsito chica, la pareja yuma del niño... Pues se preparó un trago con eso, Concha, un Cuba Libre con cola y líquido de frenos... (...). Una hora después... la encontramos tirada en el suelo, con los ojos en blanco, diciendo cosas raras. Mi hijo Miguelito chica, que no le quita las etiquetas a las botellas vacías, y mira que se lo tengo dicho... (…) Pues me encontré a mami sentada en el suelo del garaje tomándose el trago a cuncún y hablando con la lengua enredada... (...) ¡Claro se lo quité Concha! Pero empezó a gritarme "hija de puta"...(...). Deliraba, no era ella, si mami me adora muchacha... No sabía lo que decía. (…) Es el líquido de frenos, que sube mucho y te pega unos viajes... (...) Sí, fue un golpe terrible para la familia. Desde entonces en esta casa solo se bebe Coronilla, porque ver una etiqueta de Ronda, y echarme a llorar es lo mismo... (...) Cuando llegó la ambulancia, mami vomitó los camarones de la comida encima de mi vestido y después, la pobre, me miró como si quisiera decirme algo... (…) Me volvió a decir hija de puta, Concha. (...) No era ella, Concha, no, ya no era ella... (…) El médico dijo que duraría lo que la tuviéramos conectada a los aparatos. Yo dije lo que veía más lógico: Que era mejor desconectarla y dejar que Dios la llamara cuando lo estimara oportuno. Pero Lola se negó, y no quiso firmar la autorización, para llevarme la contraria. (...) ¡Claro Concha! Si El Señor ha puesto una fecha para que vayamos a su encuentro, ¿quiénes somos nosotros para interferir, Concha? ¿Quiénes somos, a ver dime?. Pero transigí, porque tú sabes que yo soy muy dialogante y no me gustan los conflictos. Y ahora que mamá estaba disfrutando de un coma tranquilo y estable, viene Lola y me la despierta chica. (…) Yo no he dormido esta noche... me molestaban los rolos... (...) Pues a la Lola le ha faltado tiempo para ponerme como el culo delante de la familia... (...) ¡Si se ha atrevido a decir que el niño y yo habíamos intentado envenenar a mamá para quedarnos con la pasta! ¡Acusarme a mí de semejante barbaridad, Concha! (…) Es ella la que ha removido Roma con Santiago para evitar que mamá disfrutara de su coma y obligarla a cambiar el testamento... (…) El médico dijo que mamá duraría lo que la tuviéramos conectada a los aparatos. Vamos, que si la dejábamos conectada, podía ir enterrándonos a todos uno a uno mientras dormía. Yo no quiero a una madre viva en coma, en estos casos la muerte es un alivio, pero Lola se quiere salir con la suya y revivir a mamá solo para que le deje la plata a esos dos engendros. Y yo haré lo que sea necesario, pero mamá vuelve al coma esta semana por mis ovarios. Te lo juro por lo que tengo hecho en mi cabeza desde los 16 años. Obatalá está conmigo Concha, y no dejará que mi madre sufra. Lola va a pagar muy caro haber sacado a mamá de su coma. Como que me llamo Regla.
(SUITE I disponible aquí)
Jjjjkkk...
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