Por Carlos Ferrera
Hace pocos meses interpelaba en las redes a mis amigos
historiadores y numismáticos cubanos, sobre el origen del escudo -o blasón- que
aparece repetidas veces reproducido en varios elementos de la decoración original
del Capitolio Nacional de Cuba.
En las versiones en bronce que hay en el edificio, se
aprecian las iniciales RCI, que, -aventuraba yo- quizás correspondían a “República
de Cuba Independiente”. El especialista en Numismática y Ceremonial cubano Mike
Arista-Salado me refiere que el escudo y las siglas de su divisa, son una
inspiración del de la República Francesa, pero desconoce también el significado
real de las letras.
La cuestión es que recientemente, un colega de Madrid me
hizo llegar a Barcelona unas fotos del interior de una sofisticada tapicería
madrileña, que ha recibido un encargo curioso y nada barato.
El gobierno cubano
les ha encargado la fabricación de 15 gobelinos embellecedores de terciopelo, rematados
en con borlas y flecos de cordón dorado, "para cortinas de siete metros de
altura”, según pudo averiguar mi fuente.
No me fue difícil adivinar el destino de los gobelinos: el Capitolio
habanero es la única edificación cubana que podría tener puertas o vanos de
esas proporciones y en ese número, y el blasón corresponde al diseñado para el edificio
en su día.
Tampoco me sorprende tanto que en pleno “período coyuntural”
de miseria galopante en todos los frentes económicos del país, Cuba se permita
el lujo de presupuestar pequeñas fortunas para la ejecución de rehabilitaciones
“de Estado”, como la del Capitolio. La reciente inauguración de su nueva cúpula
-también dorada- para muchos es un despropósito estético e histórico innecesario,
que desvirtúa la esencia arquitectónica original de nuestro mayor edificio
neoclásico.
Pero más allá de opiniones historicistas a favor o en contra
del lugar que debe ocupar el oro en nuestra decoración vernácula, lo que ha
llamado mi atención de las fotos de los gobelinos, es un detalle omitido en la nueva
reproducción del escudo que centra el diseño. Se trata, en efecto, del mismo blasón,
pero con solo dos iniciales como divisa: RC; la letra I ha desaparecido.
En los años 60s, la dictadura cubana se llevó un responso
internacional, al descubrirse que agentes del gobierno habían subastado en Christies
algunas piezas del menaje y decoración originales del Capitolio, como la
vajilla diseñada para uso institucional de los miembros de la cámara,
pisapapeles y tinteros de bronce. Creo que finalmente la adquirió una
asociación cubana en el exilio.
Justo ahora, -y más por imperativos turísticos y económicos
que patrimoniales-, en medio de la peor las crisis del país, Díaz-Canel ha
desechado -por suerte- la vía del expolio de sus antecesores, y aparenta preocuparse
por lavar la cara a los monumentos más valiosos. Pero atención, porque quizás
en el proceso, también esté borrando auténtica historia de Cuba, y
reescribiendo otra nueva con la tijera de la censura, como hicieron los
hermanos Castro en el pasado.
¿Cuál es el misterio de la "I" desaparecida en el escudo del
Capitolio de La Habana?
Tendremos que esperar a que los gobelinos lleguen a Cuba y
sean colocados en las 15 puertas acortinadas que los esperan, para que Eusebio Leal, historiador
andante, se digne a explicarnos por qué la letra I, ya no existe más…
I = impresionante.
ResponderEliminarUn abrazote. Julian.
Habrà algù historiador en Cuba, trabajando directamente en el Capitolio? Quizà esa persona pueda tener respuestas.
ResponderEliminarSeguramente, Sara. Esperemos que lea esta entrada. Gracias por tu visita
EliminarCuando te hacen el Tour te lo dicen.
EliminarDudo mucho que el ilustre monaguillo, devenido historiador despojado tenga una explicación para ésto, es más, segura estoy que la I ni siquiera será mencionada. La plebe tiene suficiente enajenación con la escasez de transporte, comida y la insalubridad galopante que acabará matándolos si antes no les mata un derrumbe.
ResponderEliminarOhh, me quedé "putrefacta" con esto que acabo de leer, a dínde fue a parar la "I" ????
ResponderEliminarBueno no queda que esperar a que Eusebio leal nos cuente a donde fue a parar la I.... en este misterio Coyuntural digno de una novela
ResponderEliminarOtra de las tantas ausencias ! gracias carlos
ResponderEliminarExcellent!!!
ResponderEliminarEs increible como moldean la historia a su conveniencia, además me parece insultante el gasto innecesario. Con la situación que estamos viviendo actualmente me molesta sobremanera el descaro de seguir gastando dinero en cosas que ni le van ni le vienen a los cubanos de a pie
ResponderEliminarEn medio de esta crisis y haciendo remodelaciones costosas al capitolio?...interesante. Creo que Eusebio no nos podrá ayudar con la misteriosa desaparición de la I, ni descifrando las siglas RCI tampoco...Habra que esperar...aunque me temo que ya deben haber llegado..
ResponderEliminarCarlos eres increíble , cada día me asombró más de tu delicada narrativa , que alegría contar con tu nivel de historiador. Saludos.
ResponderEliminarhola carlos ferrera, vi tu directa acerca de el brillante del capitolio y me quede intrigado con tu hipotesis sobre el entierro de fidel y la tumba del mambi, por favor si me pudieras decir comom encuentro algo al respecto, gracias.
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