Escribí un encuentro ficticio con Juana Bacallao. Lo hice en lenguaje soez, porque ella es soez, y prescindir de su verbo bizarro y excesivo habría sido falsear su esencia de "outsider". Por eso advierto de que si a alguien por alguna razón escandalizan las palabras fuertes o chabacanas, debe olvidar que ha leído esto, y abstenerse de leer lo que sigue. Igualmente desaconsejo la atención de niños o cosas con sentimientos muy a flor de piel, que sepan leer.

No existe gesto de orgullo étnico mayor.

Dicen también, que ha sido ladina y escurridiza con la política, complaciente con el castrismo, aprovechada, cambiacasaca, lamebotas y fidelista, porque siempre fue benevolente con la bestia. Dicen.


En "Mayami" Juana no se hubiera muerto, pero quizás, y con buena suerte, habría seguido limpiando escaleras, mejor pagadas, eso sí: “No habría cumplido mi sueño. Tampoco he matado a nadie por quedarme”.
Juana reina dentro y fuera de Cuba, a pesar de no haber salido de allí. Sus contemporáneas ya murieron artística y/o físicamente hace décadas en ambas orillas; Celia la última. Jamás han vuelto a la pista las que sobreviven. La Bacallao no solo sobrevive, sino que se reinventó en algo mejor y más rentable para sí misma y para "su público".
La “moral revolucionaria” de Juana ha estado siempre a la altura de su intelecto escaso, o sea bajo mínimos. Nunca he escuchado loas a la revolución más fingidas, amor hacia Fidel más barato, ni palabras revolucionarias más absurdas y dichas "por cumplir" que las que ha dicho Juana. Pero así es su instinto primitivo, “estar viva” primero, no importa dónde ni cómo, ni haciendo qué. Después ya veremos.
He respetado eventos biográficos, fechas, nombres propios y anécdotas reales, pero siempre dentro de la ficción. Tampoco es esta la Juana Bacallao nonagenaria real de hoy, a quien ya le fallan la lengua y la cabeza. Su otrora famosa labia ácida e impúdica, ahora delira, balbuceando frases hechas y deshechas por la demencia senil; absurdos pensamientos inconclusos que llaman más a la compasión que a la risa.
Juana Bacallao, aún estando, ya no está.

Por eso mi Juana tiene 93 años, es bipolar, y le he dejado intacta su locura senil. También la traigo con la verborrea barriobajera que tenía a los 50, que nunca fue docta ni sofisticada, pero sí rápida, incorrecta y pornográfica como ninguna.
La Juana simiesca y humildísima que se sube al escenario, defiende machete en boca y en zona blanca VIP, su recuperada dignidad de mujer negra, inculta e iletrada. Lo hace con muy escasa munición de palabras, siempre malsonantes y obscenas. Con ellas Juana cocina, no se sabe bien cómo, un arte pedestre rústico, deliciosamente absurdo y tronchante, pero con una autenticidad demoledora.
Quien piense pues, que con mi crónica ofendo a Juana Bacallao, la artista, es porque nunca ha llegado a conocer realmente a Nerys Martínez la limpiadora.
Quien piense pues, que con mi crónica ofendo a Juana Bacallao, la artista, es porque nunca ha llegado a conocer realmente a Nerys Martínez la limpiadora.
Mi amigo no sabía qué se podía comentar aquí en tu página tengo una duda Michael Jackson es hijo de Juana Bacallao jajajaja
ResponderEliminarjajajajajajaja ¡quizás!
EliminarElla te diría que jamás le haría eso a ningún niño, jajajajaja
ResponderEliminarMuy lindo Carlos, sin dudas lograste lo que querias , y mucho más. Me encantó. No dejes de escribir, nos haces reir, y tambien pensar. Facebook para mi tiene una perspectiva diferente, y es que aquí aprendo un poco de todo a través de ti
ResponderEliminarGracias Puri
EliminarClaro que sí!!! Muy bien dicho y escrito!!! Es la pura y auténtica Juana la que brota libre y espontáneamente de la escritura de Ferrera!!!
ResponderEliminar¿Qué decirte que no te haya dicho tocayo? Gracias por enésima vez
EliminarMagnífico!!! Juana es única y pobre de aquel que no lo entienda. Le dí un único abrazo en el Jamboree Club de Barcelona hace unos años. La foto a color que has puesto, sin peluca en el escenario, fue justo ese día. Por cierto el fotógrafo tiene algún antepasado en Cuba, según me dijo antes de comenzar el espectáculo.
ResponderEliminarGracias por tu lectura y por tus palabras, tocayo
EliminarHe disfrutado tu serie de ese personaje tan grande que es Juan a hasta la saciedad y el dolor en la quijada de tanto reirme. Tu ficción y mi memoria de tan buenos ratos que me dio está mujer tremenda. Te unen sin duda a Juana ese verbo directo ( el tuyo ilustrado sin duda) esa honestidad consigo mismo que es tan rara hoy en día y ese humor vernáculo y a ratos sarcástico que nos viene desde las raíces. Gracias.
ResponderEliminarAgradecido a ti por la visita Juan Carlos
ResponderEliminar